sábado, 24 de septiembre de 2011

Presa de mis sentimientos.

Aprendí a ser un animal nocturno, a reir cuando quería llorar, a salir de casa sin pensar en volver o no volver; sin querer me hice de piedra, sin saber, empecé a morir, maté a mi alma de hambre.
Si pudiera parar el tiempo, sabotear el silencio, mandar en mí...
Yo no quiero querer y ser presa otra vez, pender de un hilo, pender de unas manos resbaladizas, no, eso ya no…
Caer, volver a caer, y levantarme en silencio como ayer, sin lágrimas, ya no hay lágrimas…


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